
Una de sus obsesiones era viajar en el tiempo. Escribió sobre eso, entre otras tantas cosas. Dicen que pensó en una máquina del tiempo pequeña, simple. Corrían los últimos años del siglo IXX.
Imaginó un mecanismo en el cual se introducían elementos que, luego de ser compactados y mezclados, desembocaban en un filtro del que finalmente fluía un objeto que marcaba un tiempo distinto al que se estaba viviendo. Comprobó que la tarea no sería sencilla y que debía sofisticar más sus medios, lo que lo llevó a construir una máquina mucho mayor. Los primeros resultados, aunque negativos, no hicieron más que alentarlo a seguir con sus intentos.
ukkbart: una obsesión con el tiempo...
Comencé a hacer objetos con forma escultórica, fabricados en metal reciclado, a modo de hobby hace unos 15 años. Al pasar el tiempo -palabra que frecuentemente verán en estos textos- me dí cuenta de mi necesidad de ver en tres dimensiones aquellos objetos de obras literarias que desde niño quedaron en mi memoria: Desde una lámpara del Capitan Nemo de Julio Verne hasta un prototipo de la máquina de viajar en el tiempo de H.G. Wells, pasando por mi admirado Borges, de quien tanto venero su cuento Tlön,Uqbar, Orbistertius, que trato de rendirle culto tomando uno de sus nombres para darle nombre a mis trabajos.
0 comentarios:
Publicar un comentario